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Mostrando entradas de febrero, 2022

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ENUMA ELISH #caos #creación #universo #MESOPOTAMIA #LEYENDA

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Imagen de  KazuN  en  Pixabay    Los dioses viejos libraron una gran guerra contra los jóvenes. La diosa demoniaca Tiamat, deidad femenina del caos y consorte de Apsu, cabalgó al frente de su ejército. El campeón de los dioses jóvenes era Marduk, guerrero divino con cuatro ojos, cuatro orejas y aliento de fuego. Cabalgaba sobre un dragón astado y tenía por armas los vientos y el trueno. En la terrible batalla, Marduk atrapó a Tiamat con una red. Cada vez que ella gritaba con ira, el, le metía uno de los siete vientos por la garganta, hasta que quedó hinchada e indefensa. Marduk despedazó a Tiamat y creó el cielo, las estrellas y los planetas con la parte superior de su cuerpo; con la inferior, creó la tierra. Sus numerosos pechos dieron forma a las montañas. Los ríos Tigris y Eufrates manaron de sus ojos. Marduk, después, puso orden en el paisaje que había creado y colocó al sol, Shamash, en su curso.

LEYENDA DE ABÉN RACÍN Y ZAIDA #amor #compromiso #ALBARRACIN #ARAGÓN #ESPAÑA

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Y es que el amor en la Sierra de Albarracín tiene una fuerza especial, tanta que hasta es la causa eficiente de verdaderas obras de ingeniería como el acueducto construido para llevar las aguas del río Guadalaviar a los secos campos de Cella.  Sucedió cuando esta población aún no contaba con su monumental fuente. Cuentan que los moros que habitaban aquellos pagos vivían en medio de la más absoluta pobreza. Aunque de cuando en cuando, quizás para mitigar las penas, en el alcázar del emir tenían lugar algunas fiestas de renombre. A ellas acudía el hijo menor del rey moro de Albarracín, Abén Racín, un apuesto mancebo que terminó por enamorarse perdidamente de Zaida, la bella hija del señor de Cella. Hasta que llegó un día en que el joven le declaró su amor y la decisión de pedir su mano a su padre. La muchacha, sin embargo, en vez de alegrarse porque también estaba enamorada del joven príncipe, quedó embargada de tristeza.  No podía casarse con el muchacho; su padre, el emir, albergaba el