EL CRIMEN DEL SOLDADO #leyendas #españa #castilla
Imagen de No-longer-here en Pixabay Doña Almudena Giutili vivía en una pobre y apartada casa de Madrid, dedicada a la oración y a las obras de piedad. Tan firme era su fervor religioso, que decidió profesar en el convento de las monjas de San Fernando. Preparaba su ingreso cuando un soldado, prendado de doña Almudena, trató de disuadirla de su empeño. La dama le expuso razonablemente que su vocación era decidida y que no le había pasado nunca por la cabeza el deseo de casarse. El soldado, muy seguro de sí mismo, no cejó por esto en su empeño y continuó cortejándola y asediándola a todas horas. Una de las fórmulas que empleó para provocar a doña Almudena fue hacerse retratar en un pilar de una casa frontera a la de la dama, con objeto de que ella tuviera que verle todos los días al pasar por allí. Tampoco surtió efecto, y doña Almudena continuó impasible ultimando los preparativos para tomar los hábitos. El amor propio del soldado se sintió herido ante tal indifer