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Mostrando las entradas etiquetadas como AUSTRALIA

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MANGAR-KUNGER-KUNJA #Leyenda #Australia #creación #sociedad

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Imagen de  Cindy Lever  en  Pixabay Gran antepasado lagartija de los Aranda (Australia central) Su nombre significa "papamoscas". Al principio el mundo estaba  cubierto por las aguas y sólo sobresalían unas pocas colinas.  A orillas de una de estas islas primigenias vivían dos seres suficientemente desarrollados, conocidos como Rella-mamerinja (los dos crecieron juntos). Estos semihombres eran tan primitivos que tenían los ojos y las orejas cerrados, un pequeño agujero en lugar de boca, manos que no podían extender y piernas y brazos rígidos.  Durante mucho tiempo el par, vivió sin hacer ningún movimiento. Bajó el nivel de las aguas y la lagartija Mangar-kunger-kunja se arrastró por el terreno seco y separó al par informe con un cuchillo de piedra.  Les hizo aberturas para que cada uno tuviera ojos, nariz, orejas y boca totalmente formados. Después de completar a los primeros seres humanos, Mangar-kunger-kunja les ofreció varios regalos, entre ellos el cu

LUMALUMA #Leyenda #Australia

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Imagen de  sandid  en  Pixabay LA CREACIÓN DE LOS RITUALES La ballena  Lumaluma  surgió del mar con forma humana y raptó a dos mujeres mientras sus esposos estaban pescando. Partió al oeste llevando con él los rituales sagrados. Cuando vio a unas personas recogiendo miel y ñames deliciosos y cazando canguros, declaró que la comida era mareiin por lo que se convirtió en sagrada y solo él podía comerla. Cuando se detenía en algún lugar, Lumaluma enseñaba los rituales mareiin a la gente. Enseñó a los hombres a transformarse y sus esposas enseñaron los rituales a las mujeres.  Todo el mundo escondía su comida, ante Lumaluma, pero él aún tenía hambre, por lo que empezó a comerse los cuerpos de los niños muertos. La gente temía que también se los comiera a ellos, así que lo atraparon en la playa y lo atacaron. LUMALUMA REGRESA AL MAR -Matadme despacio -dijo-, aún me queda mucho que enseñaros. Cuando estaba muriéndose les preguntó: -¿Tenéis toda la información sag

LA SERPIENTE DEL ARCO IRIS #Australia #Leyenda #aborigen

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Imagen de  Алексей Комаров  en  Pixabay  Las serpientes del arco iris son poderosas figuras de la mitología aborigen. Son masculinas y femeninas, mamíferos y reptiles, y poderosos creativos del Sueño. Mientras viajaban por el país, con sus movimientos creaban las colinas, los valles y las vías de agua del antiguo paisaje. Peligrosas criaturas si se les enfurece.

YULUNGGUL #LEYENDA #AUSTRALIA #tribu

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Imagen de  David Mark  en  Pixabay   Yulunggul vive en una charca que se llama Mirrimina (lomo de la pitón rocosa), donde dicen que el agua brilla como el arco iris. Está preocupada por la supervivencia física de los murngin y no quiere que las mujeres se relacionen con hombres de fuera de su tribu. Dos jóvenes de la tribu transgredieron el tabú. Se acostaron con miembros de otra tribu, osando utilizar la charca de Mirrimina cuando acamparon cerca. Yulunggul reposaba tranquilamente bajo la tierra, pero enseguida se dio cuenta de la presencia de las trasgresoras del tabú. Alzó la cabeza y se asomó lentamente a la superficie. Cuando la serpiente se irguió, elevó el agua de la charca, que anegó el suelo. Al ver a las dos mujeres, Yulunggul las devoró, los mismo que a sus recién nacidos, pero durante una reunión de serpientes confesó que había devorado a dos mujeres porque abusaron del don del parto al tener hijos que no eran murngin, y accedió a regurgitarlos a todos.

EL CAZADOR #LEYENDA #AUSTRALIA

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Imagen de  Aino Tuominen  en  Pixabay   En una tribu australiana había una familia que vivía, como todas, de la caza.  Eran tres mujeres y un muchacho, el hijo mayor; el padre había muerto y era el hijo  por lo tanto, el encargado de llevar algo de comer a casa. Todos los días salía de casa y siempre volvía con las manos vacías.  La madre y las hermanas tenían preparado  el fuego; pero era inútil, nunca tenían la suerte de comer un buen canguro, tan de su gusto. Se indignaban y preguntaban al muchacho: -¿Pero que haces que no logras traer nada a casa?  ¿Es que no intentas siquiera caza alguna cosa? El joven siempre contestaba que hacía lo que podía, que perseguía a los canguros, pero siempre se le escapaban. -¿Acaso no me oís gritar cuando sigo a las presas? -Si -decía su madre- te oímos gritar y pensamos que traerás algo; tenemos el fuego listo para empezar a cocinar enseguida; pero siempre vienes con las manos vacías...¿por qué? -Mañana os prometo traeros un can