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EL SUEÑO DE KERET #padre #leyendas #obediencia #fenicia #libano #israel #siria #palestina

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Imagen de  Nandhu Kumar  en  Pixabay   Keret es hijo de El, dios supremo.  Keret, "el noble, el magnánimo" rey de los sidonios, escucha un día la voz de su señor, que le ordena que vaya a combatir a la mujer de Terah, que en unión de otros clanes, se opone a la voluntad superior de El. Nuestro héroe caminó en silencio hacia su habitación, con paso lento; tristemente meditaba cómo había de acometer la empresa.  Un acongojado temor invadió su ánimo esforzado.  Ved ahí a Keret, "el servidor de El", roto en sollozos y convulso sobre su lecho; sus lágrimas se deslizaban, pesadas. Al fin, el cansancio venció al dolor y Keret quedó dormido, entregado a un sueño sin reposo, poblado de amargos temores.  Se despertó intranquilo el noble monarca; subió a la terraza de su palacio, deseoso de recrear su embargado espíritu en el magnífico espectáculo de la ciudad. El, el "padre de la humanidad", contempló la dolorosa inquietud de su siervo y le infundió un nuevo

#EUROPA Y CADMO #leyendas #grecia #fenicia #libano

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Imagen de  Rudy and Peter Skitterians  en  Pixabay Se decía que en Fenicia (actual Líbano) vivía la joven más hermosa que habitaba la Tierra.  Se llamaba Europa y era hija de Agenor, rey de aquella ciudad, y hermana del príncipe Cadmo, que fue el fundador de la ciudad de Tebas. Confiados en alcanzar su amor, venían a conocerla, desde las tierras más lejanas, ricos mercaderes, guerreros, príncipes y caballeros.  Pocas veces conseguían verla, pues Europa permanecía encerrada en su palacio, cuando no jugaba en las praderas cercanas con sus amigas, no consintiendo su padre que ningún hombre le arrebatara aquella joven, que era la alegría del reino.  Pero en vano se esforzaba en ocultarla, porque el dios Júpiter había decidido la suerte de la fenicia, pues él, sí la conocía y la amaba. Muchas veces pensó en bajar a buscarla para llevársela consigo; pero los celos desmedidos de Juno lo habían disuadido de aquella idea.  Uno de los días en que el Sol se enfrentaba de lleno con