EL ARAWAK Y LA HIJA DE ANIANIMA #leyendas #LaGuayanaFrancesa #amor #amargura #madre #lucha #padre
Imagen de Gernot en Pixabay Sobre los campos de la Guayana se ciernen, majestuosamente, verdaderas bandadas de buitres reales , que cruzan con vuelo magnífico el cielo. Dice la tradición que estas aves, cuando llegan a las alturas, sobre las nubes y los aires, abandonan su plumaje y adoptan la forma humana, que es la que en realidad les corresponde y que por algún extraño maleficio (o privilegio) no deben ostentar cuando descienden a las bajas regiones terrestres. En cierta ocasión un joven Arawak, valeroso y hábil cazador, apresó a una de estas aves. Era un hermoso ejemplar, de magníficas plumas y profunda mirada. El Arawak caminó hacia su casa; en donde su anciana y buena madre esperaba su llegada, ignorante de que llevaba entre sus brazos a una encantadora doncella; la hija de Anianima, el soberano de las celestes regiones. Se despertó en la joven repentino y poderoso amor hacia su raptor. Deseosa de darse a conocer, dejó caer el blando y espeso plumaje que la cubría