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Mostrando las entradas etiquetadas como BÉLGICA

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REINALDO DE MONTALBAN #LEYENDA #EUROPA #magia #belgica

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  Imagen de  Waldo Miguez  en  Pixabay Reinaldo y sus hermanos eran vasallos del rey Carlomagno, quien les regala un caballo volador mágico, Bayarte. A pesar de que parecía un caballo normal, si era necesario podía alargarse para que montaran los cuatro a la vez. Influenciado por consejeros perversos, Carlomagno comete una injusticia con los hermanos, quienes, responden haciéndole la guerra de guerrillas. Su primo, el mago Maugis, utiliza sus poderes mágicos para conseguir entregarles la espada Flamberge, forjada por primera vez por Wayland el herrero, dios de la mitología germánica. Cuando el diablo secuestra a Bayarte, Maugis lo persigue a través del monte Vulcano. Con el tiempo, el conflicto se traslada a Tierra Santa, donde Reinaldos y Maugis luchan contra el sultán de Persia por el control de Jerusalén. Al final resultan vencedores, pero en vez de aceptar la corona, deciden regresar a Europa, donde se convierten en santos. A Reinaldo de Montalbán, a quien s

LOHENGRIN #confianza #relación #belgica #leyendas

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Imagen de  Valerio Errani  en  Pixabay   Al fallecer el duque de Brabante, dejó a sus dos hijos Elsa de dieciocho años, y Godofredo de catorce, bajo la tutela de Federico de Telramundo, noble arruinado, quien casi inmediatamente pidió a Elsa en matrimonio.  Ella se negó de una manera rotunda, por lo que el conde le cobró antipatía y odio, jurándose a sí mismo vengarse de ella.  Poco tiempo después, Federico contrajo matrimonio con Ortruda, princesa de Frieslandia. Una tarde, Elsa y su hermano se fueron a dar un paseo por el bosque.  Al atardecer, volvió ella sola, diciendo que su hermano había desaparecido.  Todos los nobles del país salieron en busca del heredero del duque, pero todo fue inútil.  No pudieron encontrarle. Al dolor que por la pérdida de Godofredo sentía Elsa, tuvo que añadir el de verse acusada por Ortruda y Federico de ser ella la causante de la desaparición de su propio hermano, por ambición. Por aquellos tiempos, y a causa de la discordia entre Germania y Hu

EL CONDE RENAUD D`HERBEUMONT #leyendas #belgica #caza #cruel #penitencia

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Imagen de  Shrikesh Kumar  en  Pixabay En Winnendale, sobre el Semois (Bélgica), se cuenta la leyenda del "feroz cazador".  Era un conde llamado Renaud d'Herbeumont.  Este señor tenía por la caza una pasión desordenada.  Por la mañana, apenas había cantado el gallo, ya se lanzaba el conde del lecho, se vestía las ropas de cazador, bajaba al patio, y ¡ay de sus criados si no estaban dispuestos ya el corcel y la jauría!  Con terribles castigos pagaba la poca diligencia de los desdichados. Después se abría la puerta del castillo, y como un alud salía el conde seguido de los perros y de los monteros. Esto era a diario.  No respetaba el terrible cazador ni aun las fiestas de guardar y los domingos.  Las amonestaciones de los sacerdotes eran recibidas por él con burlas, cuando no con amenazas.  A un pobre cura que le echó en cara su impío proceder, le lanzó una jabalina que a poco lo traspasa. Uno de los domingos en que el conde cabalgaba por la selva vecina en

LOS TRESCIENTOS SESENTA Y CINCO NIÑOS #desprecio #pobreza #desvelo #cuidado #LEYENDA #BÉLGICA

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Esto sucedió hace mucho, mucho tiempo, en una ciudad llamada el Bosque del Conde. El Conde de Holanda tenía una hija llamada Machtelt, que se casó con el conde de Hermeberg con quien se marchó a vivir al castillo de este, muy lejos de su padre. Machtelt era trabajadora y muy altiva, con un corazón tan frío como eran claros sus ojos inexpresivos. De día hilaba, tejía y cocinaba, vigilando su casa con tanto celo, que nada podía desperdiciarse. Una mañana en que estaba hilando, el portero del castillo le anunció que una pordiosera con un niño en cada brazo pedía limosna en la puerta del jardín.  Matchelt se levantó airada, y dejando su rueca, se dirigió hacia el jardín. -Será una holgazana -dijo-. De lo contrario, no tendría que pedir limosna. La despacharé inmediatamente. En la puerta estaba la pobre mujer, demacrada y cubierta de harapos, con dos niños que lloraban desconsoladamente. -Señora -sollozaba la desgraciada- por favor le pido que me un poco de pan, duro. Mis

LA HIERBA DE LA MURALLA #leyenda #belgica #apariencia

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Hace mucho tiempo vivía en la ciudad de Kampen una gran cantidad de gente famosa por su habilidad y destreza. En aquellos días la ciudad estaba cercada por una gruesa muralla, con el fin de defenderla de los ataques de los enemigos. Un domingo por la tarde, Willem, uno de los más distinguidos habitantes de Kampen, tomando a su hijito de la mano, se fue a dar un paseo.  En el camino, Willem encontró a dos amigos, y juntos continuaron su paseo charlando. Después de haber caminado un rato, llegaron a la muralla de la ciudad, en donde, en su parte más alta, Willem, al levantar la vista, descubrió una lozana hierba que nacía entre las piedras. -Mirad, amigos -exclamó, señalando hacia arriba-.  ¿No es pecado malgastar toda esa hierba? -¡A fe mía que sí! -gritó uno de sus amigos-.  Estoy seguro que no está permitido derrocharla. Este hombre era conocido en toda la ciudad por su desmedida tacañería, y se decía de él que si fuese posible, pelaría las piedras. -

LAS ABEJAS DEL TAMBOR #leyenda #belgica #trampas #engaño

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Imagen de  jacqueline macou  en  Pixabay En un regimiento había una vez un soldado llamado Donato, que tenía como única obligación tocar el tambor.  Era un holgazán y un pillo, que no servía para otra cosa; pero esto de tocar el tambor lo hacía a las mil maravillas. Tenía pocas simpatías entre sus compañeros, porque se pasaba la vida gastándoles bromas, que a veces resultaban, más que divertidas, crueles. Un día en que estaba con un grupo de soldados jugando a las cartas, le descubrieron haciendo trampas. Inmediatamente le llevaron ante el capitán.  Éste, que ya estaba harto de todas sus pillerías, lo expulsó del regimiento.  Donato lloró y suplicó; pero no consiguió el perdón. -Capitán, me iré, como deseáis; pero concededme un último favor; permitidme llevar este tambor.   Desde chico llevo tocándolo, y con él podré ganarme la vida.- El capitán accedió. Salió de la ciudad y anduvo largo rato, hasta que se sintió cansado.  Sentándose sobre el tambor, se puso