MARIANNIK #leyendas #francia #amor #muerte
Mariannik era una hermosa muchacha, bella como la aurora, blanca como la leche. Desde muy niña había perdido a sus padres y a sus hermanos. Vivía con una tía, vieja y de sórdida avaricia. Su amado había partido hacía dos años a combatir junto a su señor. Dos años y la linda muchacha iba cada tarde al promontorio con la vana esperanza de ver las velas de los barcos en que su amigo debía volver. Cada tarde, volaban las gaviotas, y algunas, las más blancas, se acercaban a la muchacha para acariciarla, rozándola con sus alas. Y Mariannik suspiraba y volvía a la casa. Una tarde, cuando tornaba, sin esperanzas, del promontorio, la tía la increpó, llamándola perezosa, y dándole un balde, le ordenó que fuera por agua. La muchacha salió al claro de luna. Se acercó a la fuente y allí vio con sorpresa la figura de un caballero desconocido. Blanco era su caballo, y la armadura brillaba a los rayos de la luna. Tenía un aspecto parecido al de Alai...