LAS BRANQUIAS Y LOS PECES #polinesia #leyendas
Había una vez un mero que rondaba por el océano. Iba de una isla a otra. Era feliz con lo que encontraba y había hecho muchos amigos. Ayudaba a los pescadores, empujando a los peces hacia su red, a los náufragos, indicándoles la forma de salvarse, y a los niños, llevando hasta la orilla muchas estrellas de mar para que pudieran jugar. Un día vio a una hermosa muchacha que trenzaba fibras de coco y se enamoró de ella. Empezó a cortejarla de la única forma que sabía, nadando de un lado a otro como se lo permitía su gran cuerpo y lanzando agua con la cola y las aletas a la chica. Por dos veces le pidió la mano y ella se negó. Entonces el mero fue a su gruta de coral y allí se quedó, a los pies de los peñascos sumergidos, llorando su amor no correspondido. Después, decidió que no podía resignarse tan fácilmente, por eso volvió a la bahía y se dirigió a la playa donde la muchacha seguía tejiendo. Empujándola con una de sus aletas la hizo caer en el agua....