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HACIA EL PAÍS DE LOS ESPÍRITUS #leyendas #polinesia

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Kena, el joven brujo, era viudo desde hacía bastante tiempo cuando decidió salir en busca de su mujer, Tafio, al mundo de los espíritus. Como no sabía dónde se hallaba pidió consejo a su madre.  Ésta tomó una hoja de colocasia, la enrolló en forma de embudo y la llenó de agua.  Después, se sumergió dentro y desapareció durante un buen rato.  Cuando volvio, su hijo aún estaba esperando, sujetando fuerte la hoja de colocasia. -He ido al país de los espíritus y he visto a tu mujer.  Inténtalo ahora tú -dijo la madre saliendo a la luz del sol. Kena se sumergió en el agua contenida en la hoja, pero al parecer sus virtudes mágicas eran muy débiles porque sólo consiguió romper la hoja y esparcir el agua por doquier.  Su madre lo miró con desesperación, pero no pudo ayudarlo.  Entonces, Kena comprendió que el camino de la hoja llena de agua no era para él, así que decidió hallar otra vía. Con un buen amigo suyo, Tui-Ave-Eka, se puso en camino a través del bosque....

EL TIBURÓN DE RAIATEA #leyendas #polinesia #retos #libertad

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No lejos de Tahití emerge una pequeña isla de coral en el Pacífico: Raiatea.  Un día, en la penumbra azul de su laguna central, el gran pulpo que la custodiaba se durmió.  Entonces una sombra alargada y luego otra y otra más penetraron en el agua tranquila del atolón de Raiatea.  En la superficie jugaban los niños y, de improviso, las olas se agitaron levemente por las aletas dorsales de los tiburones, avisando la carnicería que estaba a punto de suceder.  Diez niños murieron por los feroces depredadores marinos, mientras que a su alrededor resonaban los gritos de terror, de rabia y de odio. El rey de Raiatea, muy afectado por la desgracia, se preguntaba cómo había podido ocurrido semejante tragedia.  Al hijo menor del rey se le ocurrió una idea: el pulpo se habría dormido y, aunque alguien fuera a despertarle, se dormiría de nuevo, por lo tanto había que encontrar otra solución. Se alejó nadando de la laguna hasta llegar a mar abierto.  Finalmente encontró...

LAS BRANQUIAS Y LOS PECES #polinesia #leyendas

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Había una vez un mero que rondaba por el océano.  Iba de una isla a otra. Era feliz con lo que encontraba y había hecho muchos amigos.  Ayudaba a los pescadores, empujando a los peces hacia su red, a los náufragos, indicándoles la forma de salvarse, y a los niños, llevando hasta la orilla muchas estrellas de mar para que pudieran jugar. Un día vio a una hermosa muchacha que trenzaba fibras de coco y se enamoró de ella.  Empezó a cortejarla de la única forma que sabía, nadando de un lado a otro como se lo permitía su gran cuerpo y lanzando agua con la cola y las aletas a la chica. Por dos veces le pidió la mano y ella se negó.  Entonces el mero fue a su gruta de coral y allí se quedó, a los pies de los peñascos sumergidos, llorando su amor no correspondido.  Después, decidió que no podía resignarse tan fácilmente, por eso volvió a la bahía y se dirigió a la playa donde la muchacha seguía tejiendo.  Empujándola con una de sus aletas la hizo caer en el agua....

EL NACIMIENTO DE MAUI, EL GRAN DIOS #leyendas #polinesia

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Cuando la tierra todavía no había emergido completamente del océano, en un lugar que nadie conocía, vivía una pareja de pobres pescadores.  La mujer se llamaba Taranga.  Ya había dado a luz a cuatro hijos cuando volvió a quedarse embarazada.  La mujer estaba preocupada por ese nuevo peso que llevaba en el vientre ya que, no siendo tan joven como antes, no sabía como haría para criar al recién nacido.  Habló de ello con su marido. -No te preocupes.  Los dioses del cielo nos han ayudado hasta ahora y seguirán haciéndolo -dijo el marido. La mujer siguió con sus tareas y no pensó más en ello. No obstante, un día en que había bajado a la playa a recoger moluscos, se sintió muy mal.  Su marido estaba en el mar con sus otros hijos y no había nadie a quien pedir ayuda.  Taranga comprendió que había algo que no iba bien en su embarazo.  Entonces, pidió socorro a los cocoteros que se erguían a su lado.  Éstos, aunque arquearon sus  ramas hacia ell...

LALOHANA #leyendas #polinesia

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  En la parte más alejada del océano había una barrera de coral donde vivía la mujer del mar: Lalohana. Nadie la había visto jamás, pero todos había oído hablar de ella.  Por eso, el rey de Hawaii decidió mandar a sus marineros a pescar por aquellos lugares.  Quizás así encontrarían a la mujer y podrían contarle cómo era.  Los pescadores fueron con sus piraguas y lanzaron los anzuelos de madera a lo largo de la barrera coralina.  Pero cuando subieron las cuerdas, los anzuelos había desaparecido.  Regresaron ante el rey y le contaron su historia.  El rey se sorprendió mucho. Reunió a sus consejeros y les preguntó qué pensaban de aquello.  Sólo respondió uno de ellos.  Se llamaba Kunla y era el hermano de la mujer del mar, que ya había abandonado desde hacía mucho tiempo la casa submarina.  Él les explicó de qué modo habían perdido los anzuelos. -Allí donde los marineros fueron a pescar existe una gran ciudad bajo el océano y viven hombres...

MAHINA, LA NAVE DE LOS MUERTOS #polinesia #leyendas #dolordemadre #hijo

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En una nube que flotaba sobre el mar vivían dos espíritus malignos.  Cuando llegaron cerca de la isla Hao vieron entre las olas el rostro de una mujer.  Era Takua, que nadaba entre la espuma de las olas buscando algo de comida. Los dos espíritus la envolvieron entre sus brazos de sombra y, por un instante, la llevaron a un país lejano sin vida.  Allí, penetraron en su cuerpo y le robaron el hijo que llevaba en su seno.  A partir de ese momento, Takua nunca más se quedaría embarazada.  Después, en el silencio, la mujer regresó a la vida entre las olas y los dos espíritus se alejaron en su nube. A partir de entonces, el niño robado fue criado por el mar hasta que pudo vivir solo.  Los espíritus lo llamaron Tahoratakarar y con la espuma y la sombra construyeron una gran nave negra para él.  Era Mahina, atada con hilos invisibles a los misterios del más allá.  Navegaba de noche y los hombres sentían el viento que se respiraba entre sus velas.  Se...