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EL ÁGUILA Y EL CUERVO #esopo #fabulas #grecia

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Imagen de  Robert C  en  Pixabay Un águila echándose sobre un cordero lo arrebató en sus garras.  Viendo un cuervo esto, quiso hacer lo mismo, y echando a volar con mucha velocidad, se dejó caer sobre el cordero más gordo que vio en el rebaño, para llevárselo como el águila, pero enredó sus uñas en la lana, y no pudiendo levantar el cordero ni desenredarse, quedó allí preso, y corriendo a él el pastor, le cogió, y cortándole las alas, lo dio a los muchachos para jugar. En tal estado le preguntaron algunos qué ave era, y el cuervo les respondió: -En cuanto al pensamiento fui águila, pero ahora conozco bien que soy cuervo. Imagen de  Angela  en  Pixabay Ninguno debe hacer lo que no alcanzan sus fuerzas, pues el que se atreve a hacer lo contrario, a más del mal a que se expone, queda en una posición ridícula.

EL PRIMER ALMOGÁVAR #leyendas #aragon

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  Los moros habían invadido España y el Reino de los Visigodos estaba condenado a muerte.  Eso era claro.  Los "hijos del desierto" avanzaban hacia el norte, rebasando el Duero, cruzaban el Ebro y continuaban conquistando el territorio cristiano. Los hombres eran acuchillados, las mujeres y los niños que no exterminaban, los esclavizaban.  La invasión avanzaba.  Los nobles que no habían huido a Francia, habían pactado con el enemigo.  Solo los pequeños núcleos de cristianos que se escondían en los montes de Asturias y del Pirineo resistían.  Nadie sabia por cuanto tiempo. En un pueblecito de nuestras montañas vivía Fortuño de Vizcarra.  Un joven fuerte como un roble y ágil como un sarrio.  Cuando salía de caza, pieza que veía podía darse por vencida. En medio de su pobreza vivía feliz porque con su esposa Gisberta tenía un hijo precioso, Martinico, rubio como las espigas del campo y que ya empezaba a corretear por las callejas del pueblo, persiguiendo a los gatos y tirando de

EL LEÓN Y SU HIJO #esopo #fabulas

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Imagen de  Randy Rodriguez  en  Pixabay Viendo un león que lo perseguían mucho en el sitio que habitaba, se fue a vivir a otra parte.  Después de mucho tiempo de estar allí, un hijo pequeño que tenía le preguntó si eran naturales de aquel país.   -No, -le respondió el padre-, somos de otro lugar, y solo  vinimos a esta tierra por huir de los que nos perseguían. -¿Y quiénes eran los que nos perseguían? -preguntó el leoncillo. -Los hombres, -le respondió el padre-, que aunque no tan fuertes como nosotros, son muy temibles por su destreza. -Pues yo iré a encontrarlos, -dijo el leoncillo- y vengaré nuestras injurias. Imagen de  Angeles Gutiérrez Verdayes  en  Pixabay El león rogó a su hijo que de ninguna manera fuese, pues temía que cayera en algún lazo, pero él no hizo ningún caso de lo que le decía su padre y se fue a buscar a los hombres.  En el camino halló un caballo muy maltratado y miserable, que pacía en un prado, y le preguntó: -¿Quién te ha maltratado y te ha puesto de esta maner

EL ÁRBOL DE SOBRARBE #leyendas #aragon

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¿Conocéis la HISTORIA DEL ÁRBOL DE SOBRARBE, uno de los cuatro cuarteles del escudo de #Aragón? En él se ve una cruz sobre un árbol, y lo que nos cuenta tiene todos los componentes para una buena historia: una batalla, un rey valiente y una aparición divina.  Cuentan las crónicas que habiendo conquistado los cristianos Aínsa se apresuraron a fortificarla para resistir el ataque musulmán. García Ximénez, que a raíz de este episodio se convertiría en primer rey de Sobrarbe, salió a su encuentro, pero calculó mal sus fuerzas y se vio en un serio apuro. Cuando ya pensaban que iban a sufrir una terrible derrota vieron como una enorme cruz roja se posaba sobre una encina. La señal animó a los guerreros y les dio el coraje suficiente para ganar. ¿Rey de Sobrarbe? Seguro que habéis oído hablar de los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza, pero el reino de Sobrarbe es sólo un mito. Se decía que aquellos cristianos que se refugiaron en el Pirineo “vagaban diseminados y en continuas escaramuza

LA LECHE DE HERA #leyenda #grecia #vialactea

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Imagen de  cathy CANIOT  en  Pixabay En  aquellos tiempos en el Olimpo reinaba Zeus, el lanzador del rayo.  Sentada a su derecha, Hera, su esposa, presidía con él los banquetes de los dioses, lanzando sobre él miradas intranquilas.  Y es que a veces el gran Zeus le era infiel y prefería la compañía de las ninfas, e incluso de las simples mortales. Un día, Zeus oyó hablar de Alcmena.  Era una mujer conocida por su belleza y virtud y era la esposa de Anfitrión, rey de Tebas. Aprovechando la ausencia de su esposo, que se había ido a la guerra, Zeus decidió seducir a Alcmena.  Adquirió la apariencia de Anfitrión y la joven cayó en la trampa. Al amanecer, cuando el auténtico Anfitrión volvió al palacio, Alcmena comprendió el engaño.  El niño que nacería sería el hijo de Zeus. El rey de los dioses, encantado con la aventura, anunció por todas partes el nacimiento de su hijo.  Hera estaba furiosa.  ¡Así que, una vez más, su divino esposo la había engañado!  Loca de celos, juró matar al bebé.

EL TESORO DE LA BRUJA #leyenda #brujas #aragon

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  LA VIEJA Y SU TESORO Hilaba la vieja. bailaba la rueca con su mano temblona, y sus ojos escondidos en lo más profundo de sus cuencas, avizoraban inquietos como ave rapiñera que siente los pasos del cazador que la persigue. Hilaba la vieja sentada junto a la puerta, la puerta de su casuca, miserable, la última del pueblo, la primera del campo, aislada de todas, lazareto de la hechicería, aquelarre imaginario de las brujas de la comarca. Pasaban los vecinos por delante de la casuca, signábanse, runruneaban una oración, volvían la cabeza.  Seguía la vieja hilando; en su silla baja, en su silla de esparto, guardaba su puerta, vomitaba por sus ojillos miradas de desprecio, y los copos de lino se deslizaban entre sus dedos amarillos como marfil añoso. El sol, que no temía sortilegios, visitaba a la vieja muchos días.  ¡Bendito sol!  ¡Y cómo reía dibujando la silueta de la vieja sobre el sucio enjabelgado del muro! Ya le alargaba la nariz, ya deformaba la rueca, ya recortaba todo el perfil

EL TÍO CEROTE #leyenda #aragon #brujas #infiltrado

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El Tío Cerote era un zapatero remendón, que, siempre andaba a la greña con su mujer, vieja, fea, negra y más seca que las llares del hogar.  El marido observó que los sábados desaparecía de la cama antes de media noche, y al amanecer, sin saber cómo, la encontraba a su lado.  Para averiguar la causa, se tendió en el banco de la cocina, y se hizo el dormido. A la hora indicada, la mujer se acercó al marido de puntillas, lo creyó en profundo sueño, y se dio por todo el cuerpo con un ungüento, herencia de sus dignas antepasadas, muy duchas en la magia y demás artes diabólicas. En seguida bajaron por la chimenea multitud de viejas horribles, se untaron, y a la primera campanada de las doce salieron todas en tropel, caballeras en escobas, las que no cabían por donde entraron, por las grietas de la casa, gritando desaforadamente: -..."Por encima de rama y hoja, a los campos de Tolosa.". Picado el remendón de la curiosidad, se untó como ellas, y no habiendo entendido bien lo que voc