LAS EXEQUIAS DE LA LEONA #esopo #grecia #fabulas #adular
Murió la esposa del León: todos acudieron para cumplir con el príncipe, abrumándole con esas frases huecas de consuelo, que son un recargo al dolor. Se dio aviso a todo el reino de que tal día y en tal punto se celebrarían las exequias: sus chambelanes y prebostes estarían allí para disponer la ceremonia y colocar a la gente. Nadie faltó. Se entregó el príncipe a los extremos de su aflicción, y resonaron en el antro real sus alaridos. No tienen otro templo los leones. Al compás de los lamentos del monarca, lamentáronse todos los cortesanos, cada cual en su jerga y algarabía. ¿Queréis que os defina la corte? Es un país donde la gente, gozosa o afligida, a todo dispuesta, a todo indiferente, es lo que quiere el príncipe que sea, y si no lo es, procura aparentarlo. Pueblo-camaleón, pueblo-mono, copiando siempre a su amo y señor. Mil cuerpos hay, y parece que no tengan más que un alma. Allí sí que puede decirse que los hombres no son más que máquinas. Para volver a nuestro cuen