GALATEA Y POLIFEMO #leyendas #amor #celos #grecia
El dios marino Nereo tenía cincuenta hijas, llamadas Nereidas. Todas ellas, hermosas y alegres, endulzaban con su presencia la travesía de los navegantes que surcaban el mar Egeo, donde estas doncellas habitaban. Una de ellas, llamada Galatea, había cautivado el corazón de Acis, excelente pastor de Sicilia, cuando apareció por aquella tierra, mientras el pastor cuidaba de su rebaño. La ninfa del Egeo había respondido con igual entusiasmo al amor de Acis, sin que ninguna fuerza pareciese suficiente para separar los dos corazones. La hermosura singular de Galatea había conseguido que Polifemo, el más feo de los cíclopes, estuviera profundamente enamorado de ella. Este gigante obrero de la fragua de Vulcano, donde se construía el rayo que Júpiter lanzaba a la Tierra, era de enorme estatura, de aspecto repugnante, con una boca inmensa que parecía partirle la cara en dos y, un ojo redondo en medio de una frente surcada de arrugas profundas. Polifemo amaba a Galatea con toda