NUESTRA SEÑORA DE LA BARQUERA #Leyenda #España #Cantábria #Santander
Era de mañana, cuando en la orilla estaban trabajando unos pescadores de San Vicente. El día era claro, el mar brillaba como una inmensa lámina de plata y los pescadores trabajaban mientras entonaban canciones y cambiaban bromas, hasta que de pronto, uno de ellos gritó:
-¡Mirad el mar!
Todos volvieron la vista hacia donde les indicaba su compañero, y contemplaron, absortos, cómo una barca venía navegando por el mar sin velas ni remos. Llegó a la costa, entró en la ría y suavemente clavó la quilla en la ribera que estaba enfrente del pueblo. Entonces fue cuando comprendieron que lo sucedido debía de ser un milagro, y cayendo de rodillas, elevaron sus oraciones al Señor.
Mientras, la nave seguía brillando, y unos cuantos, montando en sus barcas, se aproximaron al sitio en donde estaba la resplandeciente nave, y allí encontraron una imagen de Nuestra Señora, con el Niño Jesús en sus brazos.
Llegaron entonces los clérigos y, con gran alegría la llevaron en procesión a la Iglesia parroquial de San Vicente.
Llegaron entonces los clérigos y, con gran alegría la llevaron en procesión a la Iglesia parroquial de San Vicente.
Después fue cuando levantaron el santuario, y la imagen recibió el nombre de "Nuestra Señora de la Barquera". Desde entonces a sido objeto de devoción, especialmente por los marineros, los cuales, ha ido depositando diversos exvotos en el templo. El sábado de Gloria se hace solemne procesión, llevando a la Santa Virgen a la parroquia de San Vicente. El tercer día de Pascua, al atardecer, se la lleva a la orilla, embarcándola en una lancha adornada y regresándola de nuevo al santuario. El pueblo celebra la fiesta alegremente, con canciones que se llaman "picayos".
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