EL TABACO #leyendas #africa #guinea #cometa
Una leyenda dice que el tabaco tuvo su origen en las estrellas.
Un día apareció en el cielo un cometa. Curioso, miró a la tierra y se enamoró de una mujer.
Una noche en que la mujer estaba sola en la casa, el cometa bajó del cielo y le declaró su amor. Antes de que amaneciera, volvió a subir a las estrellas, y nadie en la aldea supo de su aventura.
Por la mañana, la vida siguió, como siempre, su curso normal; pero al anochecer, el marido, advertido por su mujer, se apostó fuera, escondido entre unas zarzas, a la puerta de la casa. Esperó.
Cerró la noche. El cometa, brillante y airoso, bajó a la tierra, como la noche anterior; pero cuando llegaba a la puerta de la casa, el hombre escondido en las zarzas, le disparó una flecha y lo mató
La sangre del cometa muerto inundó la tierra del umbral. El hombre y la mujer lo enterraron y la noche volvió a quedar en silencio, sin su estrella.
Pasó algún tiempo, y un día, al anochecer, las gentes vieron unas plantas extrañas y nuevas, que crecían a la puerta de la casa. Las plantas fueron creciendo cada vez más y ganando terrero, hasta que hubo tantas que el hombre y la mujer las cortaron, repartieron sus semillas entre los vecinos y volvieron a sembrarlas en los campos, fuera de la aldea. De aquella semilla nacieron las plantas de tabaco.
Cuando estuvieron altas, recogieron sus hojas, las batieron y las pusieron a secar al sol. Una vez secas, alguien tuvo la idea de prenderles fuego por un extremo, sujetándolas con los dientes por el otro. Aquel humo aromático y suave les gustó tanto, que desde aquel día adoptaron la costumbre de fumar.
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