EL TOZAL DE ASBA #pastor #aventuras #LEYENDA #ESPAÑA #ARAGÓN
Algunos habitantes de Sarsa de Sarta y de Arcusa mantenían haber visto con frecuencia unos intensos destellos luminosos en la ladera norte de esta montaña. Estas luces se apagaban con tanta rapidez como habían aparecido y por si fuera poco, se modificaban y cambiaban de situación. Se descartaba la idea de que se tratara de fuegos encendidos anteriormente por los pastores que recorrían la zona y que se reavivaban a ráfagas por sí solos, puesto que estas luces brillaban igualmente durante las largas noches de invierno, cuando la nieve cubría la región y ya no quedaba nadie en el Tozal.
Un pastorcillo de Betorz se convirtió en el héroe de una extraña aventura. Una noche, mientras descansaba allá arriba cerca del ganado del que se ocupaba, fue despertado de repente por un fantasma que permanecía de pie, en medio del recinto de piedras secas del aprisco. El espectro tenía la forma de un pino y producía unos rápidos chasquidos como si estuviera tocando unas castañuelas. El ganado, espantado ante la extraña aparición, escapó tan velozmente, que en cinco minutos no quedó ni una sola oveja en el modesto corral.
El pastorcillo llamó a los animales e intentó retenerlos con la ayuda de su perro, pero fue inútil. Incluso él, se asustó y bajó corriendo hasta el pueblo donde contó lo que había ocurrido. Al amanecer, unos cuantos hombres subieron con él, pero aún así, se necesitó mucho tiempo y esfuerzo para reunir el ganado disperso por los alrededores.
Algunas ovejas se habían causado heridas de diversa gravedad al huir a través de los matorrales o al saltar por los desniveles que tanto abundan en esa zona.
Aunque este cuento fantástico, pasó por real, nunca sabremos si lo fue o ¿tal vez el chaval temió un castigo por perder el ganado? ¿Queréis averiguarlo?
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