ICTINIKE #leyenda #sioux #dakota
Durante su exilio en la tierra Ictinike tuvo varias disputas con diversos tótems sioux, incluidos el castor, la ardilla voladora, el conejo, el martín pescador y el ratón almizclero. Su primer choque fue con conejo.
Después de convencer a conejo de que abatiera a un pájaro posado en un árbol, Ictinife le pidió que se quitase la piel y trepara al árbol para cobrar la pieza ganada. Una vez arriba, conejo no pudo descender. Un sonriente Ictinike se desvistió, se puso la piel del conejo y dejó en la estacada a su ayudante.
Ictinike se dirigió a la aldea más próxima y se casó con una de las bellas hijas del jefe. La otra hija se sintió menospreciada y se internó en el bosque. Oyó a conejo quejarse, lo rescato y llevó a su casa al animal despellejado. Nadie creyó la historia de conejo.
Ictinike ya había gastado la piel de conejo y no tuvo más remedio que cubrirse con un viejo trozo de pellejo de una tienda india. Conejo dio a Ictinike las ropas que había dejado junto al árbol en que se conocieron y ordenó a los indios que tocaran los tambores. Cada vez que lo hacían Ictinike no podía dejar de saltar hasta que, en un crescendo de tamborileo, brincó tan alto que al caer se rompió el cuello.
Bibliografía: L. Spence "The Myths of the North American Indians"
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