LA DANZA DEL LOBO-ÁGUILA #guerra #fiesta #LEYENDA #ALASKA
Un cazador llamado Marten mató un águila gigantesca y repartió su carne entre los demás miembros de la comunidad. A continuación secó la carne y puso ofrendas de carne en sus garras, tras lo cual se convirtió en mejor cazador. Al cabo de un tiempo salió de nuevo a cazar y se encontró con dos hombres-zorro, que se lo llevaron a una tierra desconocida.
Volaron rápidamente por el aire, adentrándose cada vez más en el país hasta que el cazador oyó fuertes palpitaciones. Los hombres-zorro le explicaron que eran los latidos del corazón de la madre del águila que Marten había cazado. El cazador se asustó porque creía que la madre águila le haría daño para vengarse por haber matado a su hijo, pero en lugar de eso, las águilas le ofrecieron una calurosa acogida y celebraron una fiesta en su honor en el exterior de la casa. Martin jamás había visto semejante festín.
Luego entró en la casa donde la madre águila le dijo que le agradecía el cuidado con que había tratado la piel de su hijo. Le dijo también que quería intercambiar regalos con él. Él, le contestó que quería volver a casa y la madre águila le pidió el tendón trenzado a cambio. Marten extrajo el tendón trenzado de su flecha y se lo dio a la madre águila que se quedó muy satisfecha.
Tras una nueva fiesta en el interior de la casa, ella le pidió que celebrase una gran fiesta en honor de la piel de su hijo, para lo que tendría que enviar mensajeros al poblado vecino. La madre águila también enseñó al cazador a bailar, a cantar y a celebrar fiestas con alegría, y a cambio de aquella fiesta, Marten tendría que confeccionar un tambor que sonase como el corazón de la madre águila.
El cazador se lo prometió, y la madre águila le dio dos bolsas de corazón de caribú llenas de restos de orejas de caribú, glotones y lobos. Le dijo que no las dejara caer al suelo. Los hombres-zorro dejaron entonces a Marten cerca de su poblado.
Cuando Marten llegó a un río, se detuvo a beber agua. Allí vio una pendiente muy pronunciada llena de agujeros. De repente, una bandada de golondrinas desapareció en los agujeros. Luego asomaron las cabezas de los lobos y empezaron a bailar.
Se quedó tan perplejo que dejó caer los regalos al suelo. Oyó un gran estruendo y todos los restos de oreja se convirtieron de pronto en pieles de caribú, carne seca, y pieles de glotón y de lobo. Se llevó a casa el fardo de regalos y comenzó los preparativos para una gran fiesta.
Enseñó a los demás a cantar y a bailar. A continuación, Marten envió a los mensajeros. Para imitar el sonido del corazón de la madre águila, hizo un tambor con una caja de madera cubierta con unos dientes serrados que representaban el hogar del águila. También creó una gran tarima con agujeros para representar la visión de las golondrinas y los lobos que había visto junto al río. Durante el baile de la fiesta, los bailarines se meterían por los agujeros y saldrían convertidos en lobos bailarines.
Marten salió entonces a cazar más comida. Disparó una flecha a un caribú, pero la flecha se desvió demasiado alto y no tardó en descubrir que había matado accidentalmente a uno de sus mensajeros especiales. Se quedó muy triste y confuso, pues no quería suspender la fiesta, así que se llevó el cadáver del mensajero a casa y lo secó. Al cabo de unos días llegaron los invitados. Tras un rato de diversión a la puerta del salón de festejos, todos entraron en el interior. Marten trajo el cuerpo momificado del mensajero. Se interpretaron canciones y bailes pero sin entusiasmo a causa del cadáver. Cuando terminó la fiesta, los otros mensajeros decidieron matar a Marten, pero él los mató antes. De este modo las fiestas y las guerras siempre van unidas de la mano.
PUEBLO INUPIAQ, KING ISLAND-ALASKA
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