LA CONSTRUCCIÓN DE #ASGARD #Leyenda #Islandia #Nórdica #Vikingos
Asgard, el hogar de los aesir, estaba en el nivel superior del cosmos, sobre Midgard, el mundo de los humanos, y Niftheim, el helado hogar de los muertos. Era enorme, lleno de palacios, densos bosques, frescos pastos y campos llenos de alimentos para los dioses. Lo rodeaba un muro tan fuerte que solo los inmortales podían derribarlo. Pero cuando los vanir y los aesir lucharon en una guerra, el muro se derrumbó. La paz que siguió supuso una oportunidad para reconstruirlo.
La reconstrucción de los grandes muros de Asgard era una labor extraordinaria; por eso cuando un gigante les dijo que podía reconstruir las fortificaciones en tres estaciones, los dioses aprovecharon la oportunidad. El gigante pidió unos honorarios muy altos; el sol, la luna y Freyja, que era deseable por dos razones: era una bella diosa de la fertilidad y tenía el poder de conceder la inmortalidad.
Para no tener que pagarle, el malvado dios Loki ideó un plan; los dioses accedieron a la petición del gigante, pero decidieron que solo le darían de tiempo una estación, demasiado poco para que el gigante terminara el trabajo. Así tendrían los muros reconstruidos, pero podrían rebajar los honorarios del gigante porque se retrasaría en cumplir su labor.
Pero el gigante tenía un caballo mágico llamado Svadilfari, que trabajó incansablemente con él. Como parecía que después de todos los muros estarían acabados a tiempo, Loki decidió evitarlo distrayendo a Svadilfari. Se transformó en una yegua y sedujo al semental, lo que resultó en el nacimiento del caballo de ocho patas Sleipnir, que se convirtió en el corcel de Odín. Al tener que trabajar solo, el gigante no cumplió con su labor y se enfureció, pero Thor lo detuvo con un golpe de su martillo, que lo mató. Los dioses habían obtenido sus muros gratis.
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