SALOMÓN Y LA REINA DE SABA #sabiduria #LEYENDA #JUDAICO #ISLAMICO #TRADICIÓN #RELIGIÓN
Tanto para islámicos como judaicos, Salomón es un gran sabio y gobernante de un poderoso imperio. Hablaba todas las lenguas, incluidas las de los animales y las aves, muchos de los cuales se sometían a su juicio.
Se cree que fue él quien construyó el primer templo en Jerusalén con la ayuda de ángeles y demonios.
En la tradición islámica, Salomón gobernaba tanto a los jinn como a los humanos, los animales y las aves. Es la abubilla la que le habla a Salomón de una tierra al sur donde no se le conoce y que está gobernada por la hermosa reina de Saba. Salomón le pide al pájaro que le lleve a la reina una invitación para que acuda a presentarle sus respetos. Antes de su llegada, la reina envía tesoros y 6.000 bellos niños y niñas.
Tras un viaje que dura tres años, la reina llega a Jerusalén. Al conocer a Salomón, lo pone a prueba con muchos acertijos, y el rey los resuelve todos, demostrando su sabiduría.
Salomón pone entonces a prueba a la reina recibiendola en una sala con suelo de cristal. Al creer que el suelo es de agua, ella se arremanga las faldas y deja ver sus pies y sus velludas piernas, con lo que le demuestra a Salomón que no es un demonio.
La tradición islámica dice que era reina del Yemen, donde se la conoce como Bilqis. También se dice que cuando llegó a la corte, descubrió que un jinni le había preparado un trono junto al de Salomón.
Los etíopes afirman que gobernó su ciudad de Aksum, y que su nombre era Makeda. Después de casarse con Salomón, la reina de Saba dio a luz a un hijo, Menelik, que fundaría el linaje real etíope.
La tradición judaica afirma que Nabucodonosor descendía de Salomón y Saba.
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