EL MARIDO, LA MUJER Y EL LADRÓN #fabulas #jeandelafontaine #francia #miedo
Un Marido muy enamorado, muy enamorado de su Esposa, aunque era feliz, se creía desgraciado. Jamás miradas cariñosas, palabras halagüeñas, ni dulces sonrisas habíanle hecho comprender que era verdaderamente amado. No me extraña; al fin era Marido.
En lo que depende de Himeneo, no tenía motivo alguno de queja. Pero si el amor no aviva los placeres conyugales, no son estos cumplidos. La Esposa de nuestra Fábula era dcomo Dios quería, y nunca tenía caricias para su Marido. Quejábase él una noche, cuando interrumpió sus querellas un Ladrón.
La pobre Mujer tuvo tal pasmo que buscó amparo en los brazos de su Esposo.
-¡Bendito ladrón! -exclamó éste-, ¡sin tí no hubiera probado tan gran ventura! Toma en pago todo lo que te plazca; llévate toda la casa.
Los Ladrones no son gente escrupulosa ni encogida; aquel hizo su agosto.
Infiero en este cuento que no hay pasión más poderosa que el miedo; vence a la aversión, y al amor algunas veces; aunque también hay casos en que el amor la domina. Prueba de ello dio aquel amante que incendió su casa por abrazar a su dama, librándola del fuego.
Comentarios
Publicar un comentario