EL DIOS DEMÁ, DEL SOL #leyendas #nuevaguinea #africa
Imagen de ianknabel66 en Pixabay
Geb vivía en un hormiguero del que salía un calor insoportable. No podía encontrar esposa, por lo que tenía que tener relaciones con una caña de bambú, que de todas formas le dio varios hijos. Geb también raptaba niños humanos, sobre todo de piel rojiza, y se los llevaba a su guarida, donde les arrancaba la cabeza. El pueblo decidió hacer algo con él. Los hombres no se atrevían a acercarse al hormiguero, pero las mujeres insistieron, y llevaron agua para aplacar el calor. Cuando la vertieron, Geb salió y le cortaron la cabeza.
La cabeza de Geb huyó bajo tierra, hacia el este, y apareció en Kondo, el lugar del sol naciente. Allí se subió al zarcillo de un ñame y llegó hasta el cielo, donde se convirtió en el sol. Viajó hacia el oeste por el cielo hasta volver a introducirse en la tierra y regresar a Kondo. Desde entonces cada día realiza ese viaje. El cuerpo de Geb se repartió entre los distintos clanes y se convirtió en la tierra.
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