LA JUSTICIA DEL EMPERADOR TRAJANO #leyendas #italia #roma #promesa #conmover
Fue este emperador romano de origen español, uno de los hombres que más destacaron por su amor a la justicia.
Cuando salía contra el enemigo, una mujer viuda se le cruzó en el camino, y plantándose ante su caballo con la resolución de los desesperados, le asió el estribo y le dijo:
-¡Señor, vengo a pediros justicia contra los asesinos de mi hijo!
-Te la haré cuando regrese -prometió el emperador.
-¿Y si no regresas? -objetó ella.
-Entonces te la hará mi sucesor.
-¿Y si tu sucesor me la negase? Has de tener en cuenta, señor, que si pudiendo administrarla ahora, no lo haces, tú eres el que quedas en deuda conmigo. Pero aun admitiendo que otro me diese satisfacción, ¿Cumplirás tú, tu deber con las acciones ajenas? Piensa que bastante tendrá tu sucesor con atender las propias obligaciones, sin tomar sobre si la carga de las que su predecesor haya rehuido.
-Razón tienes en lo que dices -reconoció el emperador.
Polvo de siglos había caído sobre el nombre de este emperador, y resplandecía tanto aún el recuerdo de su justicia, que a oídos del papa San Gregorio llegó la noticia de la que en tan urgente trance había sabido hacer justicia a la atribulada viuda. Tanto le conmovió el caso, que quiso el mismo Papa ir a ver la estatua del emperador. Mandó desenterrar sus restos, y halló que todo era ya ceniza, menos los huesos y la lengua.
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