EL NACIMIENTO DE LOS DIOSES #leyendas #polinesia #haiti #oceania #creacion #mundo

Imagen de Jacques GAIMARD en Pixabay 

En Nueva Zelanda, Tangaroa es el dios del mar, pero en varias islas de la Polinesia, está considerado como el creador de todas las cosas. Esta versión del mito proviene de Tahití, pero se han recogido otros mitos similares en variaciones del nombre de Tangaroa, en las islas de Samoa, Tonga, Tuvalu, Tubuai, Banuatu y otras islas del Pacífico Sur.

LA CREACIÓN DEL MUNDO

Durante mucho tiempo, Tangaroa permaneció en la oscuridad de una cáscara, llamada Rumia, que tenía forma de huevo. No existía nada más, solo la cáscara y el vacío. Fue un periodo de oscuridad continua e impenetrable.

Al fina, Tangaroa salió de la cáscara. "¿Hay alguien ahí?", gritó, pero no hubo respuesta desde el vacío.

Tangaroa creó la bóveda del cielo a partir de la cáscara rota. Con su propia columna creó una cordillera y con sus entrañas, las nubes. Creó la Tierra con su carne, de hecho, creó todo lo que existe a partir de su cuerpo y la cáscara. Incluso usó las uñas de las manos y los pies para crear las escamas de los peces. Creó a los demás dioses a partir de sí mismo. Con la ayuda de Tu, el gran dios de los artesanos, creó a los hombres y las mujeres, a los que convenció para que se uniesen.

TODO EL MUNDO TIENE UNA CÁSCARA

Al igual que Tangaroa tenía una cáscara, lo tiene todo. El cielo es una cáscara que contiene el sol, la luna y las estrellas. La Tierra es una cáscara que contiene las piedras, el agua, la tierra y las plantas. El vientre de una mujer es una cáscara de la que nace una nueva vida. Las cáscaras del mundo son tan numerosas que sería imposible nombrarlas a todas.