COMO EL JAGUAR PERDIÓ SU FUEGO #LEYENDA #BRASIL #KAYAPO #conocimiento #fuego
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Un joven llamado Botoque, estaba cazando aves con su hermano mayor, cuando ambos vieron un nido de guacamayo en la cima de una colina. El hermano mayor no tardó en convencer a Botoque para encaramarse a un poste y robar los huevos del nido.
Botoque sintió gran alborozo al encontrar dos huevos que lanzó inmediatamente a su hermano. Sin embargo, mientras caían se convirtieron en piedras y rompieron la mano al hermano mayor cuando trató de atraparlos. Éste, se enfureció de tal modo que empezó a golpear el poste hasta tirarlo al suelo, dejando así a su hermano abandonado en la colina durante dos días sin comida ni agua.
El pobre Botoque empezaba a desesperarse cuando desde la cima vio algo asombroso. Era un jaguar que caminaba erguido sobre los cuartos traseros y que llevaba un arco y una flecha y también una cesta grande con carne fresca.
El jaguar vio a Botoque y con voz profunda y afable le preguntó si necesitaba ayuda. Botoque era presa del pánico y sacudió la cabeza, pero el jaguar volvió a poner el poste en su lugar y finalmente Botoque descendió por él.
El jaguar reparó en que Botoque llevaba días sin comer y le invitó a un banquete de carne asada en su casa. Botoque no sabía lo que era la carne asada, pues en su poblado se alimentaban de carne cruda, pero tenía tanto frío y hambre que aceptó la invitación.
Al llegar a casa del jaguar, la esposa de éste, asaba carne en el hogar y Botoque se quedó perplejo: jamás había visto el fuego ni sentido una calidez semejante. Ni nunca había probado nada tan sabroso como la tierna carne de jabalí asada.
Botoque se quedó muchos días con el jaguar que le trataba como a un hijo. Le enseño a usar el arco, a prender fuego y a cocinar. Botoque de buen grado se habría quedado a vivir con el jaguar, pero su esposa, que sentía celos de Botoque, era cruel con él a la menor oportunidad.
Su trato severo despertó pronto en Botoque la nostalgia, y empezaba a añorar a su hermano mayor. Le dijo al jaguar que necesitaba regresar a su poblado. Secándose una lágrima que asomó a sus ojos, el jaguar se despidió de Botoque y le entregó una cesta de carne cocinada. Después insistió en que bajo ninguna circunstancia le hablara a su pueblo del fuego.
La madre de Botoque sintió gran alborozo al tener de vuelta a su hijo en casa e invitó a sus vecinos a celebrar un festín con la carne asada. Todos sintieron una intensa curiosidad sobre como se había cocinado la carne y finalmente Botoque rompió su promesa al jaguar y les habló del fuego y de lo maravilloso que era.
Al día siguiente, Botoque llevó a dos hombres de la tribu a la granja del jaguar, que estaba cazando, y quedaron tan impresionados con el fantástico fuego que decidieron llevarse todos los leños que ardían en el hogar del jaguar.
Cuando el jaguar regresó a su casa, se sintió furioso y defraudado ante la traición de Botoque. Desde entonces, el jaguar se transformó en una criatura salvaje y despiadada, y a consecuencia del engaño de Botoque se vio obligado a vivir con frío y en la penumbra, a cazar con los dientes y las garras, y a comer carne cruda.
Botoque se erigió en héroe cultural famoso por haber adquirido supremacía sobre el reino animal y también por haber aportado a su pueblo el arco y las flechas y el conocimiento del fuego.
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