LA DERROTA DE GONGGONG #Leyenda #China #combate #gigante
Un día los dioses Gonggong y Zhurong decidieron enfrentarse en combate para ver quien era el más poderoso. Tras muchos días de lucha feroz, durante la cual se cayeron los dos de los cielos, Gonggong resultó derrotado.
Se sentía tan avergonzado que quiso suicidarse estrellándose contra el monte Buzhou, uno de los picos que sostenían el firmamento. La montaña llevó la peor parte en este choque, pues se desmoronó parcialmente. En el cielo se abrió un boquete enorme, y en la tierra surgieron grietas profundas.
Aquellos enormes cataclismos vomitaron agua y fuego, y provocaron una terrible inundación que cubrió por completo la superficie de la tierra. Los pocos que se salvaron de morir ahogados vieron sus cosechas y casas consumidas por las llamas. Nugua, que había dado vida a esas gentes, no pudo soportar verlas sufrir y de inmediato comenzó a trabajar para restablecer el orden.
Eligió algunos guijarros de colores del lecho del río y los fundió hasta obtener una sustancia viscosa con la cual pudo reparar los daños del firmamento. Con el fin de asegurarse de que el cielo no se derrumbaría de nuevo, Nugua mató una tortuga gigante y le cortó las patas, que colocó en los cuatro puntos cardinales como pilares adicionales de los cielos. De esta forma, restableció el orden del mundo y los humanos pudieron volver a dedicarse a sus asuntos en paz.
La colisión del gigante Gonggong contra la montaña había provocado que la bóveda celeste se desplazara en dirección noroeste, dejando un vacío en el sureste. Esto explica también por qué todos los grandes ríos de China fluyen hacia oriente para desembocar en aquel inmenso océano.
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