FRAY CEBOLLA Y SANTA BÁRBARA #leyenda #italia #romanico
Frate Cipolla (Fray Cebolla) llega al pueblo de Cersaldo y anuncia que exhibirá una reliquia de Tierra Santa, una pluma del arcángel Gabriel. Dos embaucadores deciden robarla -en realidad es una pluma de un loro- y ver qué ocurre cuando el fraile se vea obligado a explicar su desaparición. Cambian la pluma por carbón en la arqueta en la que se conserva y se mezclan entre la multitud.
Al final, los embaucadores confiesan y le devuelven la pluma felicitándole por su agudo ingenio.
SANTA BÁRBARA
El padre de Bárbara, un rico pagano llamado Dioscoro, mantenía a su hija encerrada en una torre, le hacían llegar comida y ropa en una cesta atada a una cuerda. Cuando apuestos príncipes pedían su mano, el padre aceptaba, pero ella los rechazaba. Un día, aprovechando la ausencia del padre, Bárbara bajó de la torre y convenció a unos trabajadores para que colocaran una tercera ventana en un aljibe como símbolo de la Sagrada Trinidad; el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
El padre de Bárbara, un rico pagano llamado Dioscoro, mantenía a su hija encerrada en una torre, le hacían llegar comida y ropa en una cesta atada a una cuerda. Cuando apuestos príncipes pedían su mano, el padre aceptaba, pero ella los rechazaba. Un día, aprovechando la ausencia del padre, Bárbara bajó de la torre y convenció a unos trabajadores para que colocaran una tercera ventana en un aljibe como símbolo de la Sagrada Trinidad; el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
El padre montó en cólera por su fe cristiana y trató de castigarla. Bárbara se ocultó en la cabaña de un pastor, pero éste la expulsó y como venganza, Bárbara convirtió sus ovejas en langostas y a él en una piedra. Al final, su propio padre la decapitó. Al mismo tiempo que caía la espada, fue fulminado por un rayo y también murió.
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