SEDNA #leyenda #esquimal
Sedna, diosa esquimal de los infiernos, el mar y los animales marinos, único relato de la creación.
Aunque la mitología esquimal no explica el origen de la humanidad, se atribuye a Sedna el haber
poblado el mar, y se considera a su padre Anguta, el responsable de crear la tierra, el mar y
los cielos.
Sedna es una giganta de un solo ojo, tan horrible que sólo el hechicero (angakoq) soporta
mirarla. Fue una niña rebelde que siempre que podía, se apoderaba de carne para comérsela.
Una noche empezó a comerse las extremidades de sus padres mientras dormían. Los
progenitores despertaron horrorizados, reprimieron a su hija voraz, se la llevaron mar adentro
en una barca y la arrojaron por la borda. Sedna se aferró con tanta fuerza a la barca que el
padre tuvo que cortarle un dedo tras otro para que la soltara.
Los dedos cortados, al tocar el agua, se convirtieron en ballenas, focas y cardúmenes. Sedna
la sin dedos se hundió hasta el fondo del mar y ahora vive allí, vigilando a los muertos
desagradecidos que la molestaron en vida. Entre ellos están sus padres, que fueron devorados
por animales marinos cuando una tormenta hizo naufragar la barca desde la que arrojaron a
su hija.
Otro relato nos cuenta que Sedna es una novia reticente, que rechazó a los pretendientes
humanos porque sólo le interesaban un perro o un pájaro. Su padre, furioso, se enteró de que
tenía una cita, mató al amante no humano e inmediatamente obligó a su hija a que lo acompañase
a casa en barca.
Durante el regreso estalló una tormenta y para aligerar la barca, Anguta arrojó a Sedna por la borda.
Sedna intentó aferrarse y perdió los dedos, que se convirtieron en seres marinos, mientras que Anguta se ahogó o fue devorado por animales marinos cuando se hundió la barca.
Anguta tenía una mano de tres dedos que utilizaba para coger a los moribundos y a como Sedna, solo un ojo. La deformidad familiar y sus relaciones con los muertos sugieren que el descenso de Sena al
fondo del mar no es más que el relato de su entronización como reina de los infiernos. Anguta también ocupa una zona de la casa iNfernal de Sedna, donde moran los pobres de espíritu.
Según los esquimales de Groenlandia, un perro enorme vigila la tierra de los muertos, a la que se entra por un puente tan delgado como el filo de una navaja. En las cercanías hay una rueda de hielo y un caldero inmenso y bullente, repleto de focas. A veces, los espíritus de los muertos vuelven a las aldeas, agitando sus ropas andrajosas, aterrorizando a los vivos.
Comentarios
Publicar un comentario