UN PANTEÓN DE DIOSES #leyenda #africa #nigeria #creación #santería
Imagen de Adeboro Odunlami en Pixabay
Olorun habita el cielo mientras la tierra sigue demasiado húmeda para ser habitada por los humanos. Junto a Olorun en su reino celestial se encontraban otras divinidades menores que a veces descendían a la tierra para jugar. Olorun decidió crear tierra seca y le encomendó la tarea a Orishanla, el jefe de los Orisha, quien descendió a la tierra húmeda con una concha de caracol que contenía un poco de tierra seca, una paloma y una gallina.
Vació la tierra en una zona llana y pantanosa y pronto la gallina y la paloma la esparcieron por todas partes y crearon una zona de tierra seca. Luego, enviaron un camaleón para que la probara, y a su regreso anunció que no estaba completamente seca. Tras la segunda visita, el camaleón dio el visto bueno.
Esta creación requería varios días, y al quinto se adoraba a Orishanla, como ha ocurrido desde entonces en el calendario yoruba.
Olorun envió a Orishanla a crear las selvas y tierra donde crecieran alimentos mientras en el cielo Olorun daba vida a hombres moldeados con puñados de tierra. Después, envió a los primeros hombres y mujeres a habitar la tierra seca para que la labraran y la cosecharan.
El reino de Olorun es un lugar lejano, más allá del mundo de los humanos, demasiado lejos para que los mortales puedan alcanzarlo o presentarle sus ruegos, donde reina como ser supremo.
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