EL SALVADOR, UNA PREDICCIÓN DE ZOROASTRO #leyendas #persia #iran #esperanza #triunfo

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Zoroastro, antes de morir, dejó depositado en el fondo del lago Rayansai, y bajo la custodia de Anahet (el genio de las aguas), el principio vital del que habrían de nacer, llegado el momento, sus tres hijos:Usetar, Usetar-mah y Soksan, el Salvador.

"En el fondo del lago (había predicho Zoroastro) brillarán sin interrupción durante la noche tres lámparas de luz.  Cada una de ellas se mostrará cuando llegue su hora.  Un día se bañará en las aguas del lago una virgen, de la que nacerán sucesivamente, Usetar, Usetar-mah y Soksan.  Empezará entonces el quinto milenio, el que será milenio de Usetar.  Usetar, hijo de Zoroastro, como heraldo de la religión y como profeta recto, procederá de Ormuz.  También él llevará la religión como la llevó Zoroastro, y la encauzará; disminuirá la estrechez y la sequedad y aumentará la generosidad, la concordia y la dulzura en el mundo entero.

Por espacio de tres años, todas las flores tendrán color de oro; el humo Valacni soplará con el brío de un corcel y los manantiales del lago Kayansai correrán de nuevo.  Durante diez días y sus noches el sol se parará en el cenit del cielo y todas las especies de lobos perecerán.

Después, cuando llegue a su fin el milenio de Ustar, aparecerá Malkos, el principio del dolor, el que es de la estirpe de Tur de Bratrokres, el causante de la muerte de Zoroastro.  Con su religión mágica y con su amor a los Pares, desencadenará una lluvia espantosa, que se llamará el Malkosan.  Soportaréis tres años de invierno crudo, de frío cruel; habrá innumerables nevadas y granizo, que aniquilarán la creación de forma que los hombres todos morirán por falta de fuego.  Sin embargo, Yam habrá construido para entonces en secreto, su gran Var, en el que se salvarán algunos hombres y animales, y con ellos se reconstituirán más tarde las especies.

Se dice, además, que en ese tiempo la medicina de las mil clases de plantas que fueron creadas como remedio a las mil clases de dolencias, se reducirán a dos clases de plantas y una clase de tierra nada más; nadie morirá de enfermedad, sino de vejez o asesinato.

Después apuntará el comienzo del sexto milenio (que se llamará de Usetar-mah) y en é Usetar-mah, hizo de Zoroastro, procederá de Ormuz con la dignidad de profeta; llevará la religión como la llevó Zoroastro y la encauzará en el mundo.  Durante veinte días y veinte noches el Sol se quedará parado en el cenit del cielo; por espacio de seis años dará a las plantas color de oro, acabará con la mentida estirpe del dragón y aniquilará serpientes e insectos.

Luego, cuando se acerque el fin del milenio de Usetar-Mah, el dragón Dahak romperá sus cadenas, se librará de su cepo y Bivarasp (que ama a los demonios) oprimirá a las criaturas.

Será entonces cuando aparezca Suksan, el hijo de Zoroastro, el Salvador.  Durante veinte días y veinte noches el Sol volverá a pararse en  su cenit.  Ante todo, Keresaspa, el hijo de Sahm, perseguirá y matará a Vivarasp, librando de él a los justos.  Luego comenzará el milenio de Soksas, el milenio de ese plasmador de cuerpos.  Será el año 57.

La gloria se asociará al Salvador victorioso y a todos sus compañeros.  El hará que la existencia sea radiante, eternamente joven, inmortal, incorruptible y llena de placidez.  El mundo de la verdad se hará imperecedero y obediente; la mentira se volverá atrás antes de corromper al piadoso...  Y cuando el enviado del Sabio Señor emerja del lago Kayansai, empuñará la espada victoriosa y con ella extirpará la mentira del reino de la Verdad.  Será el arma que blandía el célebre Thraitauna cuando abatió a Dahaka, el dragón; la que Frahrasyan llevó contra el falaz Zanigo y la que empuñó Hausryvah contra Frahsasyan; el arma de Vistapa cuando organizó el ejército de la Verdad.

El Salvador contemplará con ojos de brama la existencia material entera y por sus cuidados se hará imperecedero el mundo viviente.

Si entonces triunfara el "mal pensar", el "recto sentir" lo derrotaría.  Si triunfara la "palabra proferida falsamente", la "palabra recta" la derrotaría.  La integridad y la inmortalidad aniquilarán al hambre y a la sed perversas; el espíritu tenebroso se verá obligado a retroceder y el espíritu del mal será para siempre privado de su poder.