LA MUJER QUE NO COMÍA CON SU MARIDO #leyenda #españa #tragona

Era una vez un campesino que tenía su esposa y vivían muy felices.  Además tenía un compadre con quien, un día, estando en el campo comiendo sopa, tuvieron esta conversación:

-Tengo una pena muy grande porque mi esposa no come.

-Pues me extraña mucho porque no lo aparenta. -observa el compadre.

-Pues mi esposa no come y no come porque siempre está mala.

-¿Cómo que no come?  Seguro que come. -responde el otro.

-Pues delante de mí no come nada -dice el campesino.

-Pues mire usted lo que vamos a hacer -le dijo el compadre- Hace usted que se va al campo con la bestia y yo la llevo al campo y usted se queda escondido en la casa para ver si come su esposa.

Pues así lo hicieron.  Apenas se había ido el marido, cuando empezó a lloviznar. y la esposa se levantó y dijo:

-¡Ay, Dios, mío!  ¿Qué comeré hoy?  Como está el día tan malo haré pan.

Eran las seis de la mañana, hizo el pan, se lo comió y se acostó a descansar.  A las once se levanta y dice:

-¡Ya estoy casi desmayada de hambre!  ¿Qué comeré?

Salió al corral donde habían puesto las gallinas una docena de huevos.  Hizo una tortilla, se la comió y se acostó a dormir.  El marido lo estaba viendo todo.  A las tres se levanta otra vez y dice:

-¡Ay que ya estoy desmayada de hambre!  ¿Qué comeré?  Mataré el gallo.

Va a la cuadra, coge el gallo, lo mata y lo guisa con tomate. Una vez comido se va a la sala a descansar en un sillón.  A las seis ya estaba otra vez con hambre y dice:

-¡Ya son las seis!  ¿Qué comeré?

Hace un guiso de patata, se lo come. Comienza a oscurecer y dice:

-Ya viene mi marido.

Se pone un pañuelo blanco en la frente y un mantón negro sobre el hombro.  Se hizo la enferma y se metió en la cama.

Entonces salió el marido sin que ella lo sintiera y encuentra a su compadre, que venía ya con la bestia del campo.  Vuelve con la bestia  a casa y dice:

-María ¿Qué tiene que no sale a ayudarme a recoger las alforjas?

-¡Ay Juan de mi alma, si supiera lo mala que estoy! -responde ella saliendo con el candil-  Todo el día he estado con dolor de cabeza y vomitando.

-No te molestes. María de mi alma, que no quiero que te pongas más mala.  Entra y métete en la cama -le contesta Juan.

María le dice a Juan que entre en la cocina a cenar.

-¿Te has mojado Juan?

-¿No se ve cómo vengo?  Pero María ¿no te has metido en la cama?  Si estás enferma métete en la cama. -le responde.

-Sí, pero antes voy a darte la cena.

María pone un cubierto y un plato en la mesa y llama a su marido para cenar.

-Anda María, vamos a cenar.

-Que no, que no puedo -contesta María -Que no puedo ¡Qué fatiga!  ¡Qué asco!

-Mira María, que me tienes muy disgustado.  Mañana vas a ver un médico.

Y come solo.  Después va a la sala y María se sienta en una silla y dice que tiene una fatiga muy grande, y le vuelve a preguntar a Juan:

-¿Te has mojado mucho?

-Mira María, caía una agua tan menudita como el pan de miga que te almorzaste, y si no me meto en la tortilla que te merendaste, me pongo más negro que el gallo que te cenaste.