LA CABEZA DELATORA #Leyenda #Castilla #España #crimen #castigo
Una noche llevó a cabo su proyecto. Mientras su señor dormía, le degolló de un tajo la cabeza y, después de robarle todo cuanto él, pudo cargar, huyó con paso rápido de la casa. Al día siguiente marchó de Madrid, sin que la justicia pudiese dar con su paradero. Se instaló en una localidad donde nadie le conocía, y cuentan, que allí vivió muchos años en medio de la opulencia, disfrutando con ostentación de lo robado.
Un día tuvo que ir a Madrid para resolver unos asuntos, y libre de temor, pensando que todo aquello estaría olvidado por todos, realizó el viaje. En uno de sus paseos por la ciudad, pasaba por el mercado y se le ocurrió comprar una cabeza de cordero. La guardó en un bolsillo de su traje. Se dirigió a su fonda, sin advertir que la cabeza iba chorreando sangre y manchando la calle con un reguero continuo.
Casualmente un alguacil que caminaba detrás de él, extrañado ante por la huella que dejaba a su paso, se acercó para preguntarle por ello. El antiguo criado contestó que una cabeza de cordero que acababa de comprar en el mercado; pero al sacarla del bolsillo para mostrársela, se encontró con la cabeza de su antiguo señor, asesinado.
El alguacil le detuvo, a tenor de las pruebas irrefutables que había, y confesó al fin su crimen. Algún tiempo después cumplió su condena de muerte, en la plaza Mayor, y fue enterrado en San Miguel de los Octoes.
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