LA PRINCESA BASR I MUNIR #magia #amor #leyenda #india #bharat
La pasión de los dos jóvenes fue creciendo, ayudada por Najm un Nisa, una buena amiga de Badr i Munir, hasta que el hada descubrió el pastel. furiosa por haber sido engañada, encerró a Benazir en el fondo de un pozo seco en mitad del desierto, vigilado por un jinn. Cuando Benazir no se presentó a su cita, Badr i Munir enfermó de amor, de tristeza y de decepción. Perdió el apetito y caminaba como enloquecida. Y una noche, cuando el sueño venció su llanto, soñó con Benazir y lo vio en su prisión. Su amiga Naj un Nisa se ofreció a salir en su búsqueda. Y dejó el palacio disfrazada de asceta y portando un laúd.
La belleza de la música interpretada por la muchacha atrajo la atención de Firuz Shah, el apuesto hijo del rey de los jinn. Su propia hermosura, que el disfraz fue incapaz de ocultar, le robó el corazón al príncipe, que la llevó al palacio de su padre. Najm un Nisa permaneció algún tiempo en la corte, tocando el laúd cada noche, hasta que el príncipe, perdidamente enamorado de ella, le suplicó que se casara con él. Pero antes de acceder a su petición, le explicó la misión que la había traído y le pidió su ayuda para encontrar a benazir. El rey de los jinn envió hadas para descubrir su paradero y reprochó a Mahrukh su loca pasión por un ser humano. Finalmente, tras otras peripecias, Benazir fue liberado y conducido a palacio.
Firuz Shah tenía un trono mágico, volador, en él viajó con Najm un Nisa y Benazir hasta el jardín de Badr i Munir. El reencuentro fue dulce. Sus cuerpo, debilitados por la tristeza de la separación y sus ojos enrojecidos por el llanto, tuvieron mucho que decirse en la noche y durmieron hasta avanzada la mañana. Al día siguiente, los cuatro dieron los pasos necesarios para poder casarse, y las bodas se celebraron con gran boato y ceremonia, colmándose así el ardiente deseo de los cuatro amantes.
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