MANANNAN #Leyenda #Irlanda #mágia #dios
Manannan mac Lir fue el héroe de los habitantes de la isla de Man. Creen que fue un navegante pero es posible que fuera hijo de Lir, señor de los mares de la mitología irlandesa.
Cambiador de forma y mago, Manannan solía aparecer como un guerrero noble y apuesto. Conducía su carro sobre el oleaje como si fuese un llano y durante uno de estos paseos conoció a Bran, que dos días antes había iniciado su travesía rumbo a las islas maravillosas del océano occidental.
Manannan también poseía una barquilla (la Barreolas), una capa y un yelmo de invisibilidad mágicos. Vivía en Tir Tairnigiri (tierra de promesas), isla fabulosa que ofrecía infinidad de placeres y que defendía conjurando una armada de vainas de guisantes, que ampliaba hasta que adquirían dimensiones gigantescas.
Manannan cuidó de los Tuatha de Danann (los pueblos de la diosa Danann) cuando se asentaron en los montes mágicos de Irlanda. Al parecer, atendía en su vejez a estos dioses destituidos. Su interés por su bienestar no resulta sorprendente, ya que había criado a su defensor, el dios solar Lugh, después de que Balor lo arrojase al mar.
La esposa de Manannan era Fand (la perla de la belleza). En una ocasión discutió con su marido y Manannan la dejó. En su ausencia, la residencia fue atacada por los perversos y deformes fomorii. Fand mandó buscar al hijo de Lugh, el héroe Cuchulainn, para que la protegiera, y le prometió su amor, si vencía a los agresores. Informado sobre las maravillas de la residencia,
Cuchulainn derrotó a los enemigos de Fand y se convirtió en su amante; estuvo un mes con ella y luego regresó al Ulster, junto a Erner, su esposa mortal.
Fand y Cuchulainn siguieron viéndose y finalmente Emer decidió renunciar a su esposo para demostrar lo mucho que lo amaba. Manannan se dio cuenta de que ya no soportaba la aventura de su esposa, regresó y le dijo a Fand que escogiera entre Cuchulainn y él. Fand eligió a Manannan porque Cuchulain ya tenía esposa y el héroe de los naturales de la isla de Man agitó su capa entre los amantes para garantizar que no volverían a verse. Más adelante los druidas dieron pociones de olvido a Cuchulainn y a Emer.
Manannan tuvo hijos humanos y divinos. Su divino hijo Gaiar fue castigado por tener una aventura amorosa con la diosa Becuma, pero fue castigada la diosa y desterrada de su hogar en Tir Tairnigiri al mundo humano, donde su presencia provocó infertilidad y sufrimientos inauditos.
Cuando nació el niño Mongan, hijo humano de Manannan, lo cuidó en Tir Tairnigiri y devolvió a Mongan a su madre cuando éste llegó a la edad viril. Con el tiempo Mongan se convirtió en rey y en gran guerrero, heredó las dotes de su padre para cambiar de forma. Probablemente fue una figura histórica que vivió durante del siglo VII.
Manannan fue objeto de culto hasta el siglo XIX. Se supone que el dios fue enterrado a las puertas del castillo de Peel, en la isla de Man. Cada víspera del solsticio de verano los que vivían cerca llevaban verde hierba de las praderas a su tumba para pagar el alquiler a Mannan-beg-mac-y-Leir.
Isla de Man
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