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Hinun, guardián del cielo, se representa como un valiente poderoso, armado con el arco y las flechas de fuego. Su esposa era Arco Iris y su ayudante humano Gunnodoyak, un joven guerrero que combatió a la serpiente de los Grandes Lagos, que atacaba a los iroqueses. Hinun prestó armas mágicas a su ayudante para el combate, pero la serpiente demostró tal poderío y astucia que se tragó entero a Gunnodoyak. Hinun rescató a Gunnodoyak y trasladó al guerrero herido a su morada celestial, en el cielo de poniente.


En su titánico duelo con la serpiente acuática, Hinun utilizó un ungüento mágico que agudizó su visión y mejoró su puntería. Al divisar a la devoradora de Gunnodoyak, lanzó una flecha sibilante hasta las profundidades del lago. Se produjo una espantosa conmoción a medida que la gran serpiente se retorcía en su agonía de muerte. Aterrorizados por la barahúnda, el cielo y la tierra guardaron silencio y sólo se atrevieron a felicitar a Hinun cuando el impresionante cuerpo del monstruo flotó sobre la superficie del lago.

El espíritu del trueno también acabó con los gigantes de piedra, un pueblo feroz que moraba en el oeste. Al enterarse de que planeaban un ataque contra los iroqueses, Hinun recurrió a todos sus poderes y asestó a los invasores gigantes un golpe demoledor del que no se recuperaron. Sus cuerpos destrozados cayeron en el abismo y ahí permanecen, bajo tierra.

Hinun representa la ética guerrera de las tribus iroquesas. También crearon al sabio Hiawatha, partidario de la coexistencia pacífica entre las diversas tribus y organizador de la Liga de las Cinco Naciones, formada por los cayuga, los mohawk, los oneida, los onondaga y los seneca.