MOSEN MEDARDO #Leyenda #España #Aragón #astucia
Imagen de Ana Sánchez Marí en Pixabay
... preguntamos por la casa del cura, en la que el sacerdote, don Medardo Cereza se apresuró a acogerme cordialmente, mientras Lorenzo descargaba su asno y lo llevaba a la cuadra. De cualquier modo, tenía alojamiento asegurado ya que, en caso de ausencia del párroco, poseía una carta de recomendación de don Félix Gazo Calvo, alcalde de Boltaña, dirigida a don José Arilla, uno de los grandes propietarios de Sarsa.
Don Medardo era natural de Suelves. Su vivienda constaba de un patio al que daba un balcón adornado por una parra. Un pequeño despacho se unía a la habitación principal. Para cenar, mi anfitrión, al igual que el cura de Morcat, me situó en un sillón en el lugar de honor, mientras que mi guía y él se limitaban a ocupar asientos corrientes. La sopa era tan espesa que más bien parecía un plato de pasta; la vieja sirvienta tuvo que echarme más agua caliente.
...hacían una merienda los mozos de Sarsa, a la que también el cura asistía. Uno de ellos era conocido por la fama que tenía de comedor. Lógicamente D. Medardo era sabedor de este extremo.
El párroco le dijo a éste que marchase a su casa a buscar vino, diciéndole donde tenía el tonel. Lo hacía con la oscura idea de comerse la parte de cabrito que al zagal comedor le correspondía.
Pero no contó con la astucia del mozo. Este, sospechando que se la estaban jugando, marchó a por el vino y volvió corriendo, diciendo a su vuelta al sacerdote y a los mozos que con él habían quedado_
-Me parece que se me ha quedado abierto el tonel de vino bueno...
Bibliografía : Extracto de "Soberbios Pirineos" de Lucien Briet
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